Peelings químicos
La química que blanquea
Los peelings químicos consisten en aplicar diferentes productos químicos sobre la superficie de nuestra piel. Estos productos tienen una capacidad exfoliante y/o de reducción en la producción de pigmento. Con ello eliminamos las capas más superficiales de la piel, dañadas por el paso del tiempo y la exposición a factores agresores (sol, contaminación, tabaco). Por ello su realización consigue una progresiva mejoría en la luminosidad, textura y color de la piel así como en una reducción del tamaño de sus poros.
¿Qué tipos de peelings existen?
Los peelings pueden ser utilizados en fórmulas magistrales de aplicación domiciliaria o como tratamientos más profundos en consulta. Los primeros son ideales para el control de procesos como el melasma y los segundos nos permiten el abordaje de procesos como el acné y la corrección de cicatrices o arrugas. En función de la profundidad de las lesiones a tratar utilizaremos diferentes productos y a diferentes concentraciones.
Entre los productos más utilizados se encuentran el ácido glicólico, el salicílico o el tricloracético. Su aplicación produce una discreta molestia transitoria. En los días posteriores y dependiendo de la profundidad alcanzada se observará un enrojecimiento de la piel tratada y una progresiva descamación. Tras la regeneración completa del tejido obtendremos una piel más uniforme y tersa. Algunos de estos productos inducen también la producción de nuevo colágeno que justifica la mejoría en la calidad de la piel evidente hasta 6 meses después de realizado el tratamiento.
En Clínica Campo-Optimage disponemos de los mejores productos y compuestos, que combinan alfa-hidroxi-acidos, retinol, vitamina C, factores de crecimiento e inmunomoduladores a principios activos calmantes. Esta combinación exclusiva consigue resultados óptimos con mínimos niveles de irritación.